Coincidían
dos triatlones el mismo fin de semana y en el mismo sitio, así que nos fuimos
una expedición Bilbaotri para Senpere, dispuestos a hacer un tri sprint por
equipos el sábado y un distancia olímpica el domingo.
Fuimos
Jabo, Gaizka, Miguel y yo. En dos furgonetas, con comida y ganas de hacer
buenas carreras.
El
sábado salimos a tope en el agua. Yo me encontré muy bien. Nadar solo es una
cosa bien distinta a hacerla rodeado de gente. Así que completé el primer
sector sin mucho esfuerzo y en primera posición del equipo. Eso sí, intentando
llevar a pies a los demás, cosa que no conseguí muy bien. Me cuesta mucho
mantener un ritmo constante en el agua.
La bici
la cogimos y en el primer tramo empezamos a dar relevos cortos y potentes. A la
vuelta y cuando empezaba a picar para arriba Jabo y yo dimos unos relevos un
poco más largos para reservar a la gente para la carrera a pie. Íbamos muy
fuerte y con unas sensaciones muy buena. En el repecho hubo que desrevolucionar
un poco la máquina, porque nos íbamos solos y así coronamos y descendimos hacia
la 2ª transición.
En la
transición (llena de gravilla, que nos hacía caminar como Chiquito), salimos
disparados hacia la salida, olvidándonos (Miguel) de quitarnos el casco. Así
pues, le descalificaron a Miguel y los demás salimos a tope a correr las dos
vueltas que completaban los 5 kilómetros y algo más del circuito.
Salimos
un poco conservadores y fuimos subiendo velocidad pasando a un montón de
equipos.
Al
final, 8º puesto para una carrera muy buena. Además nos pusieron un minuto más
en el tiempo, con el que hubiésemos acabado 4º.
Cena
buena y al día siguiente el olímpico.
Mucha
gente (350) y un poco de miedo a la primera natación en un tri del año me
hicieron nadar bastante mal, y salí del agua muy lejos de los mejores. Gaizka
por ejemplo me metió 2 minutos y medio en el agua (eso sí, Gaizka anda fuerte
en el agua este año).
Tras
caminar de puntillas por la gravilla de la transición cogí la bici y me fui a
toda leche a por todas. Hice una primera vuelta muy rápida. Pasé a mucha gente.
En la segunda calmé un poco los ánimos, porque me di cuenta de que no había
cogido comida. Es un fallo de principiante, pero tenía que seguir así que bajé
un poquito el ritmo.
Llegué
a la transición el 37, y salí a correr muy fácil. Me encontraba fenomenal. Tiré
para delante y empecé a alcanzar gente y dejar atrás a buenos corredores. Iba
el 32 en la mitad de la segunda vuelta y con un buen ritmo 3.45 más o menos.
Ahí se
apagó la luz. La falta de comida y sales parece que me reventaron. Fue de
repente. Una pájara. No me había pasado nunca. No veía. De ir como un tiro pasé
a sufrir como un perro. Me costaba poner los pies uno delante del otro. Así
llegué a meta el 62. En 43 minutos de carrera a pie.
Tardé
toda la tarde en recuperarme y mi cuerpo absorbía todo lo que le daba. Me quedé
vacío.
Pero en
fin, cosas que pasan. Al final, muy contento con el fin de semana y con los
tris también. Habrá que vigilar mejor estas cosas para el futuro.
Por
cierto, he conseguido una plaza para el triatlón de Bilbao. En distancia ½ Ironman.
Repetiré experiencia, tras el tri de hace dos años en el que tuve unos
calambres muy fuertes en la carrera a pie, en el que fue mi primer triatlón.
Intentaré
nadar tranquilo en la ría. No tragar agua, y guardar algo en la bici. Creo que
tengo nivel suficiente para hacer un parcial digno sin reventar.
Así que
suave en el Vivero y soltando gas donde se pueda. Han dado un tiempo de perros
así que veremos qué tal. Me lo voy a tomar como una prueba para Garai, iré con
pulsómetro, GPS, y cadenciómetro, para grabar bien todos los datos de cara a
Garai.
Aun
así, y cuando me ponga el dorsal, iré a todo lo que dé.
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